La comida casera y saludable en Guadalajara tiene en el "bocata" de calamares uno de sus máximos representantes. Como sabrás, el bocadillo de calamares es una preparación muy típica de Madrid, pero ¿cómo puede ser un plato de pescado uno de los estandartes culinarios de una ciudad de interior?

La próxima vez que busques comida casera y saludable en Guadalajara, ten en cuenta un "bocata" de calamares, piensa en ello. Hay buenos indicios para responder a la pregunta:

– La Cuaresma y otros días especiales. La prohibición de consumir carne los días de Cuaresma incitaba a la comercialización de pescado en la capital. En Madrid hay buen pescado de los puertos del norte de España desde hace siglos, a pesar de las dificultades para mantenerlo en buen estado durante el largo viaje.

– La inmigración. Muchísimas personas de Asturias, Galicia y Andalucía emigraban a Madrid en los siglos XIX y principios del XX. Muchas mujeres servían en casas adineradas, pero luego montaban casas de comidas y los primeros restaurantes, donde servían platos que conocían con productos de sus regiones costeras. Del calamar se aprovecha prácticamente todo y no tiene trabajosas espinas, por lo que puede comerse en pan sin problemas.

– Es un plato popular. El rebozado está rico, satisface, llena y cunde mucho. Vivió una explosión de popularidad entre los estudiantes universitarios y obreros madrileños de los años 60 y 70. No es el plato más sofisticado que existe, pero es económico, delicioso y fácil de comer entre clase y clase o en el descanso del trabajo. Era la comida rápida de aquellas décadas.

Este legado al final ha resultado en un bocadillo que es propio de la tradición gastronómica madrileña. Ahora se lo rifan hasta los grandes chefs, que lo reinventan y versionan. Pero en Cafetería Fahedu-Ronda Norte sabemos muy bien que lo de siempre... ¡funciona!